Hay lugares que tienen olor propio. Como algunas tiendas de ropa, algunos hoteles, algunos lugares de trabajo (increíble pero real, me pasó en Telefónica) o como en el AVE. No es casualidad: hay empresas que diseñan el aroma ideal para tu negocio, así como existen las que diseñan tu imagen, o escogen o componen la música adecuada para causar “Esa experiencia”.
Cuando trabajaba en Madrid, volvía los Jueves para Barcelona. Ese día de la semana y en ese horario, el que te permite llegar a casa a una hora razonable, el AVE estaba siempre repleto de gente que viajaba por trabajo. El ambiente era mucho más alegre, casi festivo a veces, que el mismo viaje que partía desde Barcelona, los lunes a las 7:10 de la mañana, cuando casi no se escuchaba un alma. Justo lo contrario que pasa con los viajes que hacemos en verano, en vacaciones. Idas cargadas de expectativas e ilusiones. Vueltas tristes y silenciosas.
Pero este era un Jueves. Creo que era el mes de Abril, cerca de Semana Santa. Comenzaba a hacer calor. El AVE me dejó en Sants y desde ahí esperé otro tren, de Cercanías, para llegar finalmente a Badalona. Bajé la escalera mecánica, llevando conmigo la pequeña maleta reglamentaria, que me obligaba a llevar puesto el traje. Volví a subir por la otra escalera, para, finalmente, estar fuera de la estación. Mi “subidón” fue mayor al ver pasar al lado mío, a tres amigos, dos chicos y una chica, con mochilas grandes y una guitarra, charlando animadamente. Nuestros caminos de libertad se cruzaron en ese instante, ellos de ida y yo de vuelta, todos expectantes e ilusionados. Yo cargando conmigo todavía el olor a tienda de ropa de marca, a hoteles de trabajo y a AVE. Ellos iluminados por el último rayo de sol del día, que me pareció que los iluminaba especialmente a ellos. Me giré al verlos pasar, mientras se perdían, desordenados, dueños del mundo, tras los arcos de la entrada de la estación. Cogí el teléfono, y llamé a Alex. “Alex, ¿Hacemos algo esta noche, no?”.
Susana dice:
muy lindo!!
22/01/2016 — 12:31