El duende que todo lo escucha y todo lo ve

Bares singulares – Parte I

En esta primera entrega sobre bares singulares de Barcelona y alrededores, os recomendaremos comenzar por el querido bar Moll Vell, situado muy cerca de la parada de metro Pep Ventura, de la línea lila. Muchos bares en uno, no deja a nadie indiferente. Lo mismo podrás disfrutar de una buena hamburguesa a media tarde, tomar un gin tonic con amigos un sábado por la noche, compartir cosquillas, comentarios y susurros en la oreja de tu pareja o amigo, en las zonas más reservadas, o jugar a las cartas, al parchís o al «Juego de la vida» en alguna de sus mesas.

Y si quieres demostrar destreza y precisión, puedes echar unas partidas en una correcta mesa de pool. Hemos visitado otros bares dónde, después de poner las monedas y comenzar la partida, uno advierte que no hay lugar para realizar disparos desde las bandas laterales sin chocar el palo contra las paredes, teniendo que elevarlo a peligrosas alturas. En esos bares la mesa de pool está de adorno, para mostrar que el lugar tiene nivel y estilo. Porque, ¿Quién tiene una mesa de pool en su casa? Solo los ricos. A diferencia de la música, de los videojuegos, o del cine, que perdieron su espacio en salas exclusivas de encuentro social y se trasladaron a los livings de todas las casas, el pool resiste. Por eso tocar esa base de tela verde, prefectamente dispuesta, pensar en todos las partidas jugadas, las charlas compartidas, la risas cómplices entre espontáneos profesores y alumnas entregadas, pensar en todos los cubatas, silencios y penas que ha aguantado, uno no puede resistir la tentación de jugar una partida, con conocidos o extraños.

Los gin tonics los sirven unas simpatiquísimas camareras, amables y contentas. Y si todo esto te ha dado hambre, puedes adentrarte un poco, pasar una cortina, girar a la izquierda y enseguida te sentirás en otro ambiente. Hay grandes mesas circulares, que permiten compartir una buena cena o jugar a alguno de los juegos de mesa que la casa pone a nuestra disposición. También hay un grupo de mesas que están elevadas en una especie de plataforma, en la que puede encontrarse, al mismo tiempo, al fiel vecino que cena cada noche con precio especial y a un grupo de amigos, bien vestidos, festejando algo. Os lo recomiendo.