Creo que tendría unos doce años. Era la época de las primeras computadoras personales, de las AT 286, de los discos flexibles y de los monitores ámbar o en blanco y negro. Mi tía tiene una gran farmacia, y por ese entonces, cuando algo no iba bien con el programa que le permitía vender y facturar, me llamaba. No sé bien cómo, pero se lo terminaba solucionando. “¡Es un genio!”, decía mi tía a los gritos, ante la mirada incrédula de los clientes. “Gracias, Nahuel”. La sensación de gran satisfacción que me invadía al salir por la puerta habiendo dejado las cosas solucionadas, aún la recuerdo.
Leer másCategoría: Reflexiones (página 1 de 1)
Hoy el duende me dice:
Cómo es que te regalo lo que ayer tanto me costó.
Me fui al mazo, y solo te dejé jugando.
Acostumbrado a dejarme ganar, será por eso que no me importó.
Aunque hoy me doy cuenta de este desastre, no se dónde se me perdió.
Habrá que callarse y dejarlo estar, no hay consuelo si no hay dolor.
No lo recuerdo como algo traumático, ni mucho menos. Simplemente, hubo una época en la que en lugar de juntarme en un bar con los amigos, me juntaba con algunos de ellos en la puerta de los salones dónde se festejaban los cumpleaños de quince, para ver si podíamos pasar. Yo hice escuela secundaria técnica, lo que quiere decir seis años, que sería lo de menos. Lo más importante es que no había mujeres, salvo por Ana. Y por la profesora de literatura, la de educación cívica, la de química y la de geografía. Y ya está. Leer más
Mi madre siempre tuvo mucha energía, desde que la conozco. No para, inclusive ahora que está jubilada, mientras hablamos por teléfono, hay veces que está haciendo un vestido, una torta, una mermelada. ¡O todo junto y escuchando análisis político en la radio a la vez! Es de esas personas, que mientras habla te transmite energía, te lleva a la acción, te causa sensaciones fuertes. Buenas y malas, claro. Te cuenta con pasión una desgracia que vio en la tele, te cuenta sobre lo hermoso que han hecho en la escuela tal o el barrio aquel. Te cuenta los pormenores, reuniones previas al fin, sobre una amiga que murió de cáncer, y todavía me estoy recuperando. Leer más
Hay lugares que tienen olor propio. Como algunas tiendas de ropa, algunos hoteles, algunos lugares de trabajo (increíble pero real, me pasó en Telefónica) o como en el AVE. No es casualidad: hay empresas que diseñan el aroma ideal para tu negocio, así como existen las que diseñan tu imagen, o escogen o componen la música adecuada para causar “Esa experiencia”. Leer más
– ¿Cuando fue la última vez que charlaste con alguien sobre alguna anécdota, sobre algo del pasado? – me preguntó.
Vos tal vez seas de los que tienen suerte, y hace poco tiempo.
Se da el caso, que ahora lo tenemos más fácil que nunca para sacar fotos y hacer videos. Y sin embargo, debe ser la época de la historia en la que la gente mira menos álbumes de fotos. ¿Por qué? Leer más