– ¿Cuando fue la última vez que charlaste con alguien sobre alguna anécdota, sobre algo del pasado? – me preguntó.
Vos tal vez seas de los que tienen suerte, y hace poco tiempo.
Se da el caso, que ahora lo tenemos más fácil que nunca para sacar fotos y hacer videos. Y sin embargo, debe ser la época de la historia en la que la gente mira menos álbumes de fotos. ¿Por qué?
Porque ya no nos importa hablar del pasado, recordar historias que nos contaron o que vivimos.
¿No pensaron nunca cómo se hubiese sentido alguien del pasado, de hace 50 años por ejemplo, aficionado a la fotografía, pero con poca plata, que recibe de regalo de alguien del futuro, un móvil como los que tenemos nosotros? Esa persona pensaría que en el futuro todo el mundo pasará su tiempo compartiendo y recordando momentos inolvidables, con la ayuda de esas fotos y de esos videos con tanta calidad, al alcance de tanta gente, tan barato.
Pero no, no es así. Comenzamos sacando más fotos, total eran gratis. Y al principio las imprimíamos. Después aprendimos a seleccionar fotos y a hacer albumes impresos. Luego vinieron los videos de fotos, y los videos caseros. Pero como ahora todo está en la nube, de fácil acceso y para siempre, ¿Para que mirar el pasado ahora, si puedo mirarlo en cualquier otro momento?
El recuerdo tiene la particularidad de tomar importancia cuando se hace entre varios. Cuando se comparte, y cuando cada uno aporta su visión del momento, su reflexión. Cuando se construyen mitos, historias inolvidables, que repetimos una y otra vez.
Por eso, queridos amigos, espero que ahora mismo o tan pronto puedan, se pongan a recordar el pasado, con algún ser querido, con un vecino, con un amigo. Y aprovechen estos días que vienen para hacer algo muy fácil. Sentarse en calma, a charlar.